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David Andrade y Centauro tienen una relación más allá del trabajo, la cual se basa en la confianza, la paciencia y el respeto. Foto: ©Luz Montero / Pasión Ecuestre

ECUESTRE|ENTREVISTA

Doma natural: amor, paciencia y respeto

David Andrade ha desarrollando su propio método para fomentar la confianza y el equilibrio al trabajar con caballos.

Por: Ana Ma. Prado Fotos: ©Luz Montero / Pasión Ecuestre
15 noviembre, 2019

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La primera vez que David Andrade montó un caballo tenía 8 años. Su primer acercamiento con las disciplinas ecuestres fue con los Charros de Naucalpan en donde permaneció hasta los 16 años y, posteriormente, perteneció a los Charros de Cahuacan hasta los 21.

Después, comenzó a practicar adiestramiento, específicamente Doma Clásica Española, trabajando con caballos Pura Raza Española (PRE), una técnica que todavía utiliza.

Otras disciplinas con las que estuvo involucrado fueron el Vaulting e incluso el rejoneo “más que nada por aprender a torear a caballo, nunca lastimé a un animal, pero me gusta mucho el arte de torear a caballo”, explica Andrade.

David asegura que él se dedica a esto por su amor a los caballos y por quererlos ayudar.

Finalmente descubrió la Doma Natural, que más allá de ser un sistema, es una postura ante la forma de domar a los caballos, en la que lleva trabajando poco más de 11 años.

“Descubrí la Doma Natural por casualidad, fue sin querer. Yo practicaba adiestramiento porque me habían dicho que era la base de todas las disciplinas, sobre todo por la técnica que tiene, y me quedé con esa idea, por lo que para mi el resto de las disciplinas no contaban”.

Trabajo en pista para sincronización de movimientos.

“Un día fueron a dar una clínica de Doma Natural a unas instalaciones que teníamos en familia en San Juan Totoltepec y yo estaba como observador; confieso que no tomé la parte teórica, es más, solo estaba de curioso porque —convencido de que el adiestramiento era la disciplina más completa— dudaba de que hubiera algo mejor”, nos cuenta David.

Sin embargo, el domador lo invitó a formar parte de los ejercicios y fue ahí donde su curiosidad por este método comenzó a crecer; ensillar al caballo y montarlo sin freno solo utilizando una cuerda, fueron clave para que David comenzara a practicar con sus propios caballos.

La paciencia, la paz y el liderazgo son la clave de la Doma Natural.

Después vinieron clínicas con distintos domadores, decenas de tutoriales en internet y muchos libros sobre el tema. “Empecé a implementar lo que veía con mi caballo, y me di cuenta que lo hacía con facilidad, incluso con mejor respuesta que la que veía en los videos. Entendí que tenía una especie de “don”, pero que tenía que respaldarlo con muchas horas de práctica y desarrollarlo más, hasta la fecha es lo que sigo haciendo”.

DAAN METHOD

La Doma Natural consiste en lograr una conexión, un lazo de amistad, de liderazgo y confianza con el caballo. Busca que la persona que lo trabaja se convierta en el “líder de la manada”, en una guía y no en un jefe que da instrucciones y, lo más importante, lograr que todo lo que haga el caballo sea con su autorización y no por sometimiento o castigo.

Si bien es cierto que David no está descubriendo el hilo negro, ya que esta práctica tiene muchos años ejecutándose, reconoce que cada domador va desarrollando una especialidad dentro de la Doma Natural. Así nace DAAN Method, que es la metodología que él aplica con los caballos.

David y Marfil (PRE).  Monta sin silla y sin freno.

Dann Method es básicamente tener paciencia y no presionar; entender que todo tiene un timing y que no hay que romper con eso, además hay que analizar lo más que se pueda al caballo y dejar que él sea quien me guíe. Eso sí, si trabajo con un caballo, forzosamente el dueño o quien lo va a trabajar, tiene que venir a tomar clases conmigo”.

“Mi método está centrado en la paz: para mi, para la persona que estoy entrenando y para el caballo; por ejemplo, yo nunca grito y odio que griten y siempre le doy el tiempo necesario tanto a las personas como a los caballos para que hagan lo que se les pide. Ellos me dan la pauta para dar los siguientes pasos”

Al principio David solo lo aplicaba con él y sus caballos, ahora, no solo imparte clínicas que incluyen teoría y práctica —la mayoría en California, EU— también recibe ejemplares de otras partes para trabajar con ellos y resolver problemas de conducta o malas prácticas. “Parte de mi trabajo es quitar malos comportamientos y reprogramar al caballo; que se vuelva dócil y dejarlo listo para su jinete”.

El lazo de amistad se fortalece con el DAAN Method y es  fundamental para obtener buenos resultados.

“Hay que recordar que los caballos fueron sacados de su vida natural para meterlos a nuestro mundo y no al revés; si partimos desde ese punto, el caballo solo tiene dos cosas por las cuales preocuparse en su vida que son reproducirse y sobrevivir, todo lo demás que hagan fuera de eso, está bien hecho”.

“Cuando nosotros los recibimos les quitamos muchas de las cosas que hacen en libertad, como socializar, tener espacios abiertos, vivir en manada, alimento todo el día… y los malos comportamientos que adquieren tienen que ver con los humanos: por un mal manejo, castigos, golpes, por tenerlos encerrados, no darles comida, por muchas cosas. Los que nos dedicamos a esto tratamos de regresarle la mayor cantidad de cosas que puedan acercarlo al tipo de vida que tenían en libertad”, explica.

Los instrumentos que utiliza David son la cuerda, un bastón y la jáquima.

Básicamente son tres instrumentos los que utiliza David durante la doma: un bastón, una cuerda y la jáquima. En ocasiones también se apoya de pelotas y gusanos de hule espuma para desensibilizar a los caballos y quitarles el miedo, pero básicamente los animales terminan respondiendo a las instrucciones de voz y movimiento que emplea el domador. En el caso de sus propios potros, comienza a trabajar en el proceso de desensibilización a partir de que cumplen un año.

“Yo siempre pongo en primer lugar al caballo antes que cualquier otra cosa, claro que nuestra seguridad es primordial, pero buscamos que todo lo que hacemos con el caballo tenga su autorización, ya sea moverlo, ponerle la silla o montarlo. Ellos van dando señales, las cuales yo aprovecho para saber cuándo lo están permitiendo o cuándo no y uso como pauta sus movimientos naturales para que los repitan”.

El pequeño Daan, potro de un año 5 meses.

El tiempo de trabajo con un caballo depende de su equinalidad, actitud y temperamento, ya que todos son diferentes. En el caso de David, él se pone de límite un año de trabajo, “hay ocasiones en las que puede estar listo en dos o tres meses dependiendo del problema que presenta, pero a mi no me gusta hacer las cosas con prisa, así que por lo general no pongo tiempo porque todos los caballos son diferentes y lograr que pase de un nivel al otro puede ser más tardado”.

“He tratado de cambiarle el chip a la gente que es lo que más me ha costado, yo creo que más que domador lo que busco es darle los conocimientos y las habilidades necesarias a las personas para que pueda tener una mejor comunicación y conocimiento de sus caballos, eso es en lo que más tengo que trabajar y enfocarme”.

Los caballos responden a instrucciones de voz y movimiento.

Al día de hoy David Andrade está convencido de que la Doma Natural es la base de todas las disciplinas ya que funciona para cualquier persona que busca interactuar con los caballos sin importar la disciplina ni la raza.

 

Más información:

David Andrade
david@daanhorsemanship.com
Instagram:@daanhorsemanship

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