Desde la antigüedad, el vino ha estado vinculado al amor y la pasión. La mitología griega nos cuenta la historia de Dionisio, dios del vino, quien conquistó a Afrodita, la diosa del amor. Esta conexión entre el vino y el amor ha sido celebrada a lo largo de los siglos, como lo expresó Eurípides, el famoso poeta griego, al decir: “Donde no hay vino, no hay amor”.
Y qué mejor manera de celebrar el amor que con una copa de Malabrigo, un vino excepcional de la Ribera del Duero. Bodegas Cepa 21, bajo la dirección de José Moro, ha creado Malabrigo como una expresión del amor y la amistad que se comparten en este día especial. Este vino fresco y con carácter es el compañero perfecto para compartir con amigos y seres queridos en una cena romántica o una comida familiar.
La elección del morapio adecuado es fundamental para crear momentos inolvidables. Malabrigo, con su color rojo cereza profundo y aromas a frutas negras y especias, deleitará tu paladar y el de tus invitados. Su postgusto largo y persistente lo convierte en la elección ideal para maridar con platillos como pavo, lechón o mole negro.
Pero Malabrigo no es solo una etiqueta excepcional, también tiene una historia fascinante. Proveniente de viñedos expuestos a fuertes vientos y bajas temperaturas, este vino único refleja el carácter del terroir de la Ribera del Duero. Su nombre, que honra a la parcela que le da origen, evoca la pasión y el esfuerzo de aquellos que trabajan en la tierra para crear este vino excepcional.
Este San Valentín, elige Malabrigo para sorprender a tus seres queridos y celebrar el amor y la amistad de una manera única y memorable. Cómpralo aquí.
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