Los días 15, 16 y 17 de marzo el concurso Saut Hermès regresó, por tercera y última ocasión al Grand Palais Éphémère, recinto que durante los últimos tres años recibió la glamorosa fiesta ecuestre de la casa francesa.
EN EL CORAZÓN DE PARÍS
Desde su inicio en 2010, el Saut Hermès ha sido un evento de prestigio que atrae a los mejores jinetes del mundo. París, con su rica historia y su arraigada pasión por la moda, brinda el escenario perfecto para este concurso.
El majestuoso Grand Palais ha sido testigo de momentos inolvidables en la historia de la equitación, sin embargo, dado los trabajos de mantenimiento, el Palais Éphémère —que ha fungido como sede alterna— fue testigo de la décimo cuarta edición de este evento que sigue siendo un símbolo de excelencia y elegancia.
La justa, organizada en colaboración con GL events, recibe a 60 de los mejores jinetes del mundo que participan en las pruebas del CSI5*, la categoría más alta en la clasificación de la Federación Ecuestre Francesa (FFE) y la Federación Ecuestre Internacional (FEI).
Además, Hermès, otorga gran importancia a los nuevos talentos; así, en las clases de Talentos Hermès, que comenzaron en el 2011, participan 20 jóvenes jinetes menores de 25 años: una gran oportunidad para destacar en los recorridos trazados por el renombrado diseñador español Santiago Varela Ullastres.
EL GRAND PRIX HERMÈS
El jinete francés, Julien Anquetin, de 32 años, consiguió el primer lugar del Gran Premio Hermès después de un increíble desempate con su caballo silla francesa de 13 años, Blood Diamond du Pont.
Con el número 3, de 9 al desempate, el binomio regresó a la pista para establecer un competitivo tiempo a vencer de 34.64 segundos. Su victoria no estaba garantizada en ese momento ya que sus rivales estaban listos para aprovechar cualquier oportunidad, entre ellos Julien Epaillard (FRA) —considerado como el jinete más rápido del mundo— quien finalizó con 28 centésimas por arriba del tiempo de Julien (34.92s) montando a Donatello D’auge.
Henrik von Eckermann, rankeado el número uno del mundo, tuvo un derribe. Solo el colombiano René López Lizarazo y Kheros Van’t Hoogeinde lograron acercarse en el cronómetro al completar su recorrido en 35.96s. Esta vez, el podio fue definitivo: dos franceses en los dos primeros lugares y un colombiano (quien ha estado radicado en Francia durante casi 40 años) en el tercero.
“Es la mayor victoria de mi carrera”, confiesa Julien Anquetin (nº 72 del mundo) “Estoy en una nube. Gané un Gran Premio en el CSI5* de La Coruña en 2023, pero ganar aquí en Francia es increíble”.
“En el desempate, creo que mi cambio de rumbo fue el más bonito de toda mi carrera. Me alegré cuando Julien Épaillard se clasificó al desempate, estaba muy motivado por la idea de enfrentarme al jinete más rápido del mundo”, agrega.
“¡Me dije a mí mismo que íbamos a poder divertirnos! Fue un gran desafío. Sabía que había sido rápido en el desempate pero fue muy estresante ver a los demás. Mi caballo volvió a estar increíble. Este caballo hizo sus primeros internacionales conmigo. Esta victoria es un logro”, concluyó.
EL ADN DE HERMÈS EN CADA DETALLE
Mas allá de la competencia en la arena, cada rincón del evento está impregnado con el distintintivo “savoir-faire” (el saber hacer) que caracteriza a la casa Hermès. Artesanos elaborando sillas de montar así como las bridas: auténticas obras maestras diseñadas para ofrecer confort y elegancia.
Pero no es solo en los equipos ecuestres donde se aprecia este “savoir-faire”, la propia escenografía del evento esta cuidadosamente concebida para reflejar el legado y la estética de Hermès, fundada en 1837 por Thierry Hermès .
Desde la majestuosidad de la pista hasta los detalles que adornan el recinto, así como las actividades de integración para niños y grandes, cada elemento respira la elegancia y sobriedad característicos de la marca.
MAGIA ECUESTRE PARA LA FAMILIA
El Saut Hermès no se limita a ser un concurso de salto, en realidad ofrece un espectáculo ecuestre completo para toda la familia. Este año, destacó la presentación del dúo I Could Never Be A Dancer con el artista Samuel Hafrad, quienes añadieron una dosis extra de magia al evento.
Además, la competencia se extiende más allá de los muros del Grand Palais Ephemere, invitando a aquellos que pasean a los alrededores del recinto a participar en las actividades de exterior diseñadas especialmente para los más pequeños, como paseos en ponis al pie de la Torre Eiffel y emocionantes aventuras de realidad virtual que transportan a los niños a un mundo ecuestre lleno de fantasía y diversión.