Las texturas rústicas y la atención al detalle hacen de las esculturas de Viviana Troop algo especial.

Con una fuerza creativa imparable, lista para saltar hacia nuevos confines del arte, la artista nos abre las puertas de su casa y nos comparte sus orígenes, retos y ambiciones. Troop es, sin duda, un personaje al que no debemos perder de vista.

Escultura y caballos: ¿cómo se dio esta combinación?

Yo monto desde niña; hice salto y un poco de dressage. Mi abuelo montaba, mi papá saltaba, mi hermano saltaba… Y también desde chica hacía esculturas de caballos, de manera totalmente autodidacta. Me casé muy joven y, como mi marido era polista profesional, las 24 horas eran caballos.

CAMILO.

¿Cómo te animaste a convertirte en escultora?

VT: Durante muchos años me dediqué a ser mamá y a acompañar a mi marido en el polo. Hacía algunas cosas, pero sólo para relajarme. Después, cuando se casó mi hija mayor, decidí volver de lleno a mi pasión. Un amigo de mi marido vio mis esculturas y terminó quedándose con dos. Eso me motivó muchísimo a hacer más.

¿Cómo comenzaste esta nueva etapa?

VT: Casi todo lo que había hecho antes eran caballos de manera tradicional. Pero quería hacer cosas diferentes. Hay miles de cosas que se pueden hacer, tanto modernas como clásicas. Por eso que me animé a empezar a hacer las manos de los caballos. Las primeras dos esculturas que hice en esta nueva etapa fueron Sinergia y Julieta.

SINERGIA. Escultura que para Viviana significa la combinación perfecta entre el mazo, la bocha y las patas del caballo.

¿Qué técnica trabajas?

VT: Sólo trabajo el bronce, particularmente el método de la cera perdida. Primero hago la figura en plastilina, y de ahí saco el molde. Me gusta que en mis esculturas se vea mi huella.

También me gusta contrastar las figuras con una base de piedra, algo que sea única y especial para cada una. Eso también permite que haya más versatilidad. Puede hacer que la escultura se vuelva más clásica, o moderna y minimalista. Así, la escultura agarra su lugar. Para mí cada pieza es importante.

ACELERA. A través de esta pieza, la escultora quiso compartir la emoción de los polistas al empezar un partido.

¿Cómo es que logras imprimirles tanto detalle a tus esculturas?

VT: Cuando mi marido se dedicaba al polo en los Estados Unidos, siempre estaba revisando las manos de los caballos y me decía que lo ayudara. Ahí empecé a aprender un poco de manos de caballos.

Al sentir tantas manos de caballos y fijarme en cómo apoyaban, se volvió una parte del caballo que me fascinó. Por ejemplo, en mi pieza Throw In con sólo observar cómo están dispuestas las manos sabes cómo es la configuración, sabes qué está pasando.

¿Cuál es tu pieza favorita?

VT: Por el momento diría que es Sinergia o puede ser que la Julieta. Fueron las dos primeras que mandé a hacer en bronce, pero las tuve en plastilina en mi taller mucho tiempo.

JULIETA. La yegua que inspiró a la escultora a empezar con esta pasión.

Cuéntanos más de esta pieza.

VT: Julieta es un homenaje a una yegua que tuvimos durante una época que fue muy importante y bonita. El entorno de nuestra vida era muy divertido: mis dos hijas eran chiquitas, estábamos en todos los torneos, teníamos muchos amigos, estábamos en la época del relajo. Esta pieza fue un gran reto porque fue con la que empecé.

¿Hay alguna otra pieza que sea especial para ti?

VT: Tengo esta pequeña escultura que dice AGP. Este es un homenaje a Alejandro Gómez de Parada de la Mora, amigo mío desde antes de conociera a mi marido, y a la vez amigo de mi marido antes de conocerme a mí.

Fue un amigo mutuo que tuvimos muchísimos años. Fue casi como papá para mis hijas porque nos la vivíamos juntos. Pero Alejandro falleció y mi marido tiene sus botas, su casco y su fuete.

Siempre que se quitaba las botas las dejaba perfectas. Eso a mí me recuerda a Alejandro. Ése es el porqué de esa escultura.

AGPDM. Un homenaje a Alejandro Gómez de Parada de la Mora.

¿Cómo te ves en el futuro?

VT: Me está dando mucho empuje y satisfacción que a la gente le gusten mis piezas. Primero, me encantaría que mis piezas estuvieran en las casas de la gente que quiero. También me interesaría hacer colaboraciones con arquitectos o hacer fuentes.

Después me gustaría muchísimo exponer en galerías o hacer eventos donde conozca gente nueva, artistas nuevos. Actualmente estoy en pláticas de mandar Sinergia y otras dos esculturas a una galería de arte en Houston.

MARIANA. “El arte del desorden” en honor a una de sus hijas.

También, gracias a las redes sociales y a que mi esposo ha jugado en muchos lugares del mundo, me está buscando gente de otros países. Finalmente, me encantaría hacer cosas maximalistas para exteriores, eso sería realmente un reto para mí.